INGREDIENTES

• 400 g de pechuga de pollo
• 50 g de rúcula
• 100 g de cebollas rojas
• 20 g de piñones
• 50 g de queso Parmesano finamente rallado
• Ralladura de 1/2 limón orgánico
• 100 ml de aceite de oliva
• 1 pizca de azúcar
• Sal
• 600 g de ñoquis frescos, cocidos
• Zumo de limón
• Pimienta recién molida

PREPARACIÓN

1. Lavar la pechuga de pollo bajo agua fría, secar con papel de cocina y cortar en trozos pequeños. Lavar y escurrir la rúcula. Pelar las cebollas, cortarlas por la mitad y luego en tiras.
2. Calentar una sartén y tostar los piñones en ella sin añadir grasa a fuego medio durante unos 2 minutos, girándolos ocasionalmente. Transferir a un plato y dejar enfriar.
3. Pesar 20 g de rúcula y triturarla con la mitad del Parmesano, la ralladura de limón, aproximadamente 75 ml de aceite de oliva y una pizca de azúcar y sal en un bol alto con una batidora de mano. Reservar.
4. Calentar el aceite restante en una sartén y sofreír las tiras de cebolla a fuego medio durante 2 minutos. Empujar las tiras de cebolla hacia un lado de la sartén y dorar la carne de pollo en el espacio libre, a fuego ligeramente más alto, sazonando con una pizca de azúcar y sal. Agregar los ñoquis y freír durante otros 2-3 minutos. Mientras tanto, picar groseramente la rúcula restante.
5. Retirar la sartén del fuego. Incorporar 2 cucharadas de pesto de rúcula con la rúcula picada. Sazonar los ñoquis con zumo de limón, sal y pimienta y servir en la sartén. Servir el Parmesano restante y el pesto de rúcula por separado.

Consejo:

Para una versión vegetariana, sustituir la pechuga de pollo por 300 g de queso feta, por ejemplo, y añadirlo cortado en dados a los ñoquis fritos al final del tiempo de cocción. Pero los frijoles borlotti también son una alternativa sabrosa y rica en proteínas con menos grasa.