Antes de abrir su botella de vino, es importante que el vino se haya almacenado correctamente. Lo ideal es elegir un lugar fresco y oscuro para preservar así la calidad y los aromas del vino. Si el vino se almacena demasiado caliente o demasiado frío, esto puede afectar al sabor. A una temperatura de almacenamiento entre 10°C y 16°C, su vino se conservará de forma óptima.