Si has comprado un pescado recién capturado, primero necesitará ser limpiado. Para ello, coloca el pescado en la tabla de cortar y raspa con el dorso del cuchillo de filetear a lo largo de la piel desde la cola hacia la cabeza, para que las escamas se desprendan. Luego, enjuaga el pescado, limpia las escamas y sécalo con un paño.