Cazos
Los cazos y salseras cumplen una amplia variedad de tareas en la cocina. Gracias a su mango largo y estable, son particularmente fáciles de sujetar cuando se remueve. Esto los convierte en la herramienta de elección al preparar salsas o cocinar pudín o calenar leche. Gracias al mango largo, el cazo siempre se adapta de forma segura en su mano y puede así concentrarse completamente en la cocina.
Cazos y salseras: clásicos probados en una apariencia moderna
Los cazos tienen una larga historia. Desde el siglo XVII, estas ollas con un mango también se conoce como "salseras". Esto se deriva de la antigua palabra francesa "casse" (que significa: cuchara grande), así como del término latino "cattia" (que significa: cucharón). Muchas salseras modernas todavía tienen esta forma bien probada.
Las ollas con mango tienen un diámetro de 16 cm a 22 cm. Las salseras o cazuelas pequeñas con asa aseguran un agarre firme y, por lo tanto, son especialmente adecuadas para hacer salsa holandesa, por ejemplo. Si quieres batir una salsa cremosa, elige una olla más alta. Si desea cocinar una guarnición de verduras, las ollas con un diámetro más grande y más volumen son más adecuadas. Dependiendo del fondo de la olla, las ollas son en su mayoría adecuadas para su uso en una placa de inducción.
Una escala de medición integrada le permite medir las cantidades de llenado con mayor precisión. Esto ahorra un tiempo valioso, especialmente al cocinar salsas.
Cacerolas con extras especiales
En la tienda online de ZWILLING encontrará cacerolas sencillas de uso ocasional. La gama también incluye diseños especiales para uso intensivo. Con una cacerola de acero inoxidable, puede trabajar con utensilios de acero sin dudarlo y sin dañar la superficie. Si una salsera tiene un recubrimiento especial, se recomienda el uso de utensilio de cocina de silicona o madera.
Si desea una distribución uniforme del calor hasta la pared lateral, una cacerola con un fondo SIGMABOND es la opción correcta. La base SIGMABOND conduce, distribuye y almacena el calor de manera uniforme para que, por ejemplo, el aceite de cocina se distribuya sobre toda la base del utensilio de cocina. Debido al buen almacenamiento de calor, la configuración de la placa también se puede reducir a una temperatura más baja desde el principio.
El cuidado de las cacerolas es similar al de los utensilios de cocina. Los productos son aptos para lavavajillas y se pueden lavar en el lavavajillas sin dudarlo. Sin embargo, se recomienda la limpieza a mano.